Nuevo verano y nuevas recomendaciones. Es hora de sombrilla, tumbona y a leer. O de quedarse en casa, sentarse un sillón y no hacer otra cosa que devorar tochos. Eso, a gusto del consumidor, que no somos quienes para deciros cómo disfrutar de vuestras lecturas.
Lo que sí nos hemos permitido es preguntar a unos cuantos libreros de esos que saben de lo que hablan y lo que recomiendan, en suma, los buenos libreros, para que nos aconsejen unos buenos libros de los que dar cuenta este verano. Tenemos el honor de contar con Tipos Infames, La conspiración de la pólvora al completo (Letras Corsarias, Intempestivos y La puerta de Tannhäuser, a los que les han concedido el Premio Nacional al Fomento de la Lectura este año), y también tenemos a nuestros amigos de Cervantes & Cía y una novedad en estas recomendaciones, la barcelonesa Nollegiu, de la que se oye hablar mucho y bien. Si pincháis sobre sus nombres podréis acceder a la web de cada una de ellas y os recordamos dónde están, por si queréis hacer turismo de librerías, que es una idea que os dejamos ahí, para quien quiera recogerla. Y, sin más, vamos con lo importante, las recomendaciones.
Cervantes y compañía (Madrid)
Calle Pez, 27
Tea Rooms. Mujeres obreras, de Luisa Carnés Caballero (Hoja de Lata)
Novela que refleja la realidad de las mujeres españolas a principio del siglo xx; sus pocas expectativas laborales, sociales y reivindicativas; a través de cuatro trabajadoras de un salón de té en el Madrid de los años 30. Además, su autora forma parte del grupo de mujeres de la Generación del 27 que fueron invisibilizadas y no tuvieron la trascendencia de sus compañeros masculinos.
El castillo, de David Zane Mairowitz e ilustrado por Jaromír 99 (Nórdica Libros; traducción: Carlos Mayor)
Adaptación a novela gráfica de una de las grandes obras inacabadas de Kafka, con una estética oscura y primitiva que envuelve perfectamente esta historia sobre el servilismo ciego de un pueblo a una autoridad castradora e inaccesible que nadie conoce realmente.
Los primeros días de Pompeya, de María Folguera (Caballo de Troya)
Novela fresca, crítica e irónica sobre la precariedad política y el peso de la crisis en nuestro país. La autora establece un original vínculo entre la Pompeya que sepultó el Vesubio y el Madrid que pudo sepultar EuroVegas.
Nollegiu (Barcelona)
Carrer Pons i Subirà, 3
Nuevos juguetes de la guerra fría, de Juan Manuel Robles (Seix Barral)
Primera novela del peruano Juan Manuel Robles que sorprende por la forma y por el fondo. Una novela intensísima que explora nuevas formas de narración sin perder nunca el hilo ni la tensión de una trama bien construida alrededor de la memoria. Un escritor en Nueva York mantiene entrevistas con una mujer a instancias de un exiliado cubano para que le cuente qué es lo que recuerda de su estancia en la escuela donde estudió: la embajada cubana en La Paz (Bolivia). De lo que hemos leído últimamente, la que más nos ha gustado.
Ciudad en llamas, de Garth Risk Hallberg. Literatura Random House; traducción: Cruz Rodríguez Juiz)
Cerca de 1000 páginas echan para atrás a más de uno. Pero estamos seguros que el trabajo de este norteamericano merece la pena un esfuerzo lector que se verá recompensado. Sí, claro, a toda novela de 1000 páginas siempre le sobran entre 100-150 (a algunas les sobran las 1000). Nueva York, nochevieja de 1976, hasta el apagón de julio de 1977. Una docena de personajes cruzados, un misterio sin resolver, una familia rica y el contraste con la ciudad más punk. Recomendamos la lectura haciendo pausas cada vez que finaliza uno de los siete libros que la componen. No hay tregua literaria y sí la historia convulsa de una ciudad.
La primavera de Munich, de Jordi Amat (Tusquets Editores)
Cada libro de Jordi Amat és un regalo para el conocimiento. En catalán publicó EL LLARG PROCÉS donde retrata la historia de la intelectualidad catalana desde 1937 hasta la actualidad y la relación que ha tenido con el poder. En la primavera de Munich, este filólogo especializado en biografías traza la historia de cómo la oposición antifranquista - desde moderados a comunistas - celebraron la reunión que el régimen tildó de contubernio de Munich el 5 y 6 de junio de 1962. Amat explica como se gestó, como transcurrió...y como fracasó aunque sacando lecciones que culminaron 15 años más tarde en la el proceso de transición democrática. Un libro en el que el autor vuelve a exhibir una dosis de rigor insólita (sic) en muchos ensayos y donde siempre queda claro qué es historia y qué es especulación.
Tipos infames (Madrid)
Calle San Joaquín, 3
Aunque para este verano que ya nos está llegando a la cintura sin duda recomendaríamos novelones (en todos los sentidos) como la torrencial Ciudad en llamas de Garth Risk Hallberg (Literatura Random House), la que será sin duda una de las novelas del año Tú no eres como otras madres de Angelika Schrobsdorff (Periférica / Errata Naturae) o los años más oscuros y violentos de Jamaica que Marlon James cuenta en Breve historia de siete asesinatos (Malpaso) con una suma de testimonios ficcionalizados de todo tipo de personajes que poblaron Gran Kingston, Copenhagen City, el azar ha hecho que recomendamos hoy con más detenimiento estas otras cuatro novelas de entre los muchos libros que nos gustaría destacar.
Solos en Londres, de San Selvon (Automática; traducción: Enrique Maldonado Roldán)
Narra las historias de los chicos perdidos procedentes de las Antillas en el Londres de los años cincuenta. Son vidas cruzadas aunque tienen como centro la figura de Moisés Aloetta, uno de los primeros trinitenses de este peculiar grupo en constante crecimiento en emigrar a Londres en busca de un futuro quizá mejor. Combinando el jolgorio de las peripecias en las búsquedas de trabajo y de las fiestas con los amigos, ocasión más que oportuna para guiñarle el ojo a alguna guapa chica londinense, con la tristeza de saberse fuera de lugar, perdido en el plano de un ciudad desconocida y extraña, aunque empieces a conocer algunas líneas de autobús, las historias de Selvon recuerdan a las de los dominicanos en Estados Unidos de los libros de Junot Díaz, brillantes narradores perdidos –pero con muy buen saber hacer– en el idioma extranjero. Si en el texto original el autor trató de imitar el «inglés» hablado por estos emigrantes para que fuera comprensible por los lectores ingleses a quienes iba dirigido el libro, la traducción trata de ser respetuosa inventando casi un nuevo dialecto para la novela.
Música acuática, de T.C. Boyle (Impedimenta; traducción: Manuel Pereira)
Uno de esos libros maravillosos, capaz de hacernos olvidar por un buen rato el tremendo calor de estos días. Un derroche de ingenio literario en cada frase, y aunque comparado con otro monumento de la literatura norteamericana de la segunda mitad del siglo xx, El plantador de tabaco de John Barth (Sexto Piso), podríamos encontrarle también un increíble gen a lo Charles Dickens, que le contagia una capacidad fabulosa para contar, cruzar ambas tramas, saltando del África inexplorada que sigue el curso del río Níger a los bajos fondos del Londres –ambas tramas ambientadas a finales del xviii y principios del xix– en el que una cohorte de pícaros protagonizada por Ned Rise tratarán de sobrevivir como bien puedan y con cuanta más imaginación mejor. Decir divertido, ingenioso y absorbente es poco.
Cutter y Bone, de Newton Thornburg (Sajalín; traducción: Inga Pellisa)
Gran relato de los Estados Unidos tras la Guerra de Vietnam a partir del periplo de los dos protagonistas: Bone fue un joven ejecutivo con familia que decidió huir y abandonar su vida anterior y sobrevive como bien puede chuleando algo de dinero a las señoras con las que se cruza por la playa de Santa Barbara; Cutter se gasta la mayor parte de su pensión de veterano de guerra en mucho alcohol y poca comida, una pensión que no le sale a cuenta tras perder un brazo, lucir un parche en el ojo y quizá haber perdido algún tornillo en Vietnam. Bone llega a creer ver en algún momento que quien se ha deshecho del cadáver de una chica joven pudiera ser el magnate J. J. Wolfe, y su amigo Cutter tratará de asegurarse que lo crea para que le ayude a extorsionarlo para hacerse con un sobresueldo. Tal intención les llevará de la costa de California al sur más profundo, donde quien no pasea con su rifle en la mano no es nadie.
Nuevos juguetes de la guerra fría, de Juan Manuel Robles (Seix Barral)
Relato de un joven peruano que desde Nueva York trata de recordar y ordenar su peculiar infancia: educado como pionero en la pequeña escuela instalada en la embajada cubana en La Paz (Bolivia) durante los años ochenta. Desplegando un imaginario que va desde los He-Man, Yuri Gagarin y la imagen del Che, los GIJOE y la CIA, hasta José Martí y los visitantes de la serie V. Una novela que es también un tratado sobre la memoria, las trampas de ésta, el origen de los recuerdos y la sombra del olvido. Una estupenda primera novela que nos ayudará este verano a volver por momentos a otros veranos de nuestra infancia y juventud.
Letras Corsarias (Salamanca)
Calle Rector Lucena, 1 y Plaza de San Boal
Como hay tantos tipos de libros como de lectores, hemos elegido lecturas que proponen inmersiones distintas: novelón tocho, relatos, periodismo y cómic.
Breve historia de siete asesinatos, de Marlon James (Malpaso; traducción: Javier Calvo)
El libro que puede acompañarte todas las vacaciones: lo más descarnado del género negro, la intriga política, la presencia en la sombra de Bob Marley, el gran icono jamaicano. Voces, historias, violencia, el retrato de un país convulso... esa sensación de entregarte a un narrador y llegar al final sin sufrir decepciones, ochocientas páginas después.
Manual para mujeres de la limpieza, de Lucia Berlin. Alfaguara; traducción: Eugenia Vázquez Nacarino)
Miras fotos de Lucia Berlin y ves de dónde salen sus relatos: la fría luz de la mañana la encuentra despeinada, maldormida y con un cigarro en la mano. Y aún así no hay manera de sepultar esa belleza. Observa lo que se esconde detrás de los pequeños gestos, de las pequeñas vidas, y con ese material escribe cuentos cristalinos que no paramos de releer.
Diccionario Enciclopédico de la Vieja Escuela, de Javier Pérez Andújar (Tusquets)
Entre realidad y ficción (y de cómo la ficción es parte inseparable de la realidad), entre su vida y las nuestras, Javier Pérez Andújar ha ordenado en forma de diccionario todas sus pasiones, inquietudes y pequeñas hazañas. Una enciclopedia de sí mismo en la que podemos reconocernos, el plano de la línea de metro cuyas dos anteriores paradas se llaman Montalbán y Casavella.
El delirio blanco, de Jacek Hugo-Bader (Dioptrías; traducción: Ernesto Rubio y Marta Slyk)
Si el primer narrador fue un viajero, este periodista polaco no será el primero ni el último, pero sí uno de los más valientes: cruzar Rusia solo, en coche, desarmado, en invierno, para ver qué fue del sueño soviético. Miles de kilómetros por un continente helado para acercarse al alma rusa, esa eterna desconocida, y hablar con viejos hippies, enfermos de sida, víctimas de las pruebas nucleares, raperos emergentes y alcohólicos en general.
Revista 5W. Número 1: Después de la guerra. Varios autores.
Lo que antes era norma, ahora es excepción. Esa parece ser la tendencia en el periodismo internacional: cada vez menos profesionales sobre el terreno y de forma cada vez más precaria. El colectivo 5W mantiene una web donde trata de estar y contar desde donde otros no llegan y su magnífica revista-libro en papel sirve para dar visibilidad y continuidad al proyecto.
El olor de los muchachos voraces, de Frederik Peeters y Loo Hui Phang (Astiberri; traducción: Ana Sánchez)
La portada de este cómic sugiere un western y eso es lo que vamos a encontrar. Pero cuidado, porque hay un elemento chamánico-fantástico que lo envuelve todo y al final nos damos de bruces con una reflexión sobre la capacidad destructiva del deseo y el reverso de esa masculinidad fuerte de los mitos fundacionales. El género con todas sus constantes vitales y puesto del revés, sí señor.
Intrusos. Adrian Tomine (Sapristi, traducción: Raúl Sastre)
Silenciosa pero constante, la última antología de Adrian Tomine se ha ido convirtiendo en uno de los centros de gravedad de nuestra estantería de cómic. En estas seis historias demuestra una vez más esa capacidad para observar y detectar las rutinas y sinsentidos de esa población urbanita que somos. No es complaciente, cómo iba a serlo, pero casi siempre es certero y nos muestra algo sobre nosotros mismos que nos había pasado inadvertido.
Para los lectores más pequeños nos gusta el mundo mágico de Mi hermano pequeño invisible, de Ana Pez para la editorial Libre Albedrío, un mundo paralelo que refleja la imaginación infantil de una manera divertida, o El día que los crayones regresaron a casa, de Oliver Jeffers y Drew Daywalt, en Fondo de Cultura Económica, cuya combinación de historias, fotografía y trazos infantiles sigue rebosando creatividad. De nuestro fondo de ilustración nos cuesta elegir, pero es muy sugerente el trabajo de Ana Juan, como también lo es la propuesta del cuaderno Hirameki, de Peng y Hu para Sexto Piso, con reveladoras manchas que siempre sorprenden.
Intempestivos (Segovia)
Calle Teodosio el Grande, 10
Manual para mujeres de la limpieza, Lucia Berlin (Alfaguara; traducción: Eugenia Vázquez Nacarino)
Es curioso esto de «autor revelación» cuando el autor lleva años muerto. Eso es lo que ha pasado con este delicioso libro de Lucia Berlin, una autora prácticamente desconocida que falleció en 2004 y que en los últimos tiempos ha sido reivindicada por autores, editores y críticos literarios hasta convertirse en el fenómeno que es ahora. La vida de la autora es tan apasionante como su escritura. Es un libro de relatos frescos, intensos y con un sentido del humor absolutamente irreverente. Indispensable para este verano.
Saga Dos amigas (La amiga estupenda, Un mal nombre, Las deudas del cuerpo y La niña perdida), de Elena Ferrante (Lumen; traducción: Celia Filipetto Isicato)
Si de algo disfrutamos en vacaciones es de tiempo. Es el momento perfecto para leer las cuatro novelas de esta saga de la autora (¿autor?) más misteriosa de los últimos años. Es como comer pipas: empezamos por el primero y, sin darnos cuenta, estamos acabando el cuarto. La historia de la amistad entre la rebelde Lila y la dócil (aunque no siempre, aunque no tanto) Lenù subyuga y atrapa desde las primeras páginas. En ella encontramos el Nápoles más deprimido de los años cincuenta (y hasta prácticamente nuestros días), una ciudad (un barrio sobre todo) donde la violencia está presente en todas partes, en los gestos, en las palabras, en las acciones. Y dos amigas que lucharán por escapar de allí con todas sus fuerzas, cada una a su manera. Acostumbrados a ver constantemente en las fajas de los libros frases como «No podrás parar de leer» o «Adictiva», por fin lo hemos experimentado.
El libro y la hermandad, Iris Murdoch (Impedimenta; traducción: Jon Bilbao)
Murdoch es sin duda una de las autoras irlandesas más importantes del siglo XX. Felizmente, la editorial Impedimenta ya hace tiempo que decidió recuperar su obra, con excelentes traducciones y, como siempre, unas más que cuidadas ediciones. Este último libro publicado de la autora (tras El unicornio y Henry y Cato) fue finalista del Premio Booker y no nos extraña. El argumento es simple un grupo de antiguos alumnos de Oxford se encuentran en una fiesta y a lo largo de la velada, pasado y presente se mezclan. Los amigos han cambiado y lo códigos de amistad, también. Lo que no es, ni mucho menos, tan simple la maestría con la que la autora traza los perfiles de este grupo de amigos (no solo los protagonistas: ¡qué secundarios!) y cómo nos introduce en sus vidas, en sus desvelos, en sus amores y, cómo no, en sus odios. Si no conocen a Iris Mudoch, léanla, no se sentirán defraudados.
La puerta de Tannhäusser (Plasencia)
Rúa Zapatería, 22
Nada crece a la luz de la luna, de Nendreaas Torborg (Errata Naturae; traducción: Mariano González Campo)
Héroes del blues, el jazz y el country, de Robert Crumb (Nórdica Libros; traducción: Ana Momplet)
El monte análogo, de Rene Daumal (Atalanta; traducción: María Teresa Gallego)
Es una magnífica selección pero parece que solo existiera la estantería de ficción. Personalmente soy un "devoto" de la divulgación científica pero el verano me parece también ideal para libros de viajes, biografías, historia... La No Ficción me parece, junto con la literatura infantil y juvenil, mundos por descubrir.
ResponderEliminar¡Feliz verano y felices lecturas!
Hola, José Ramón. Antes que nada, gracias por pasarte por estos lares.
ResponderEliminarCompartimos tu gusto por la divulgación científica (no en vano, dos de nosotros venimos del mundo de las ciencias) y sabemos que hay muchas joyas a la espera de que el gran público las descubra. Las recomendaciones vienen de libreros muy literarios y, por tanto, van a tirar mucho hacia la novela y el relato, pero seguramente, si les preguntas, te sepan recomendar buenos ensayos de diferentes temas. Te recomendamos, si no la conoces, a la editorial Dioptrías, que ha publicado algunos de los libros más interesantes de los últimos tiempos en los que se mezclan muy bien el ensayo y la literatura.
Feliz verano también para ti.