En pocos
meses de vida Círculo de Tiza se ha convertido en un referente
dentro del mundo editorial. Su valiente apuesta por el periodismo narrativo ha
permitido que los lectores no solo conozcamos sólidas compilaciones de autores
consagrados como Leila Guerriero y Martín Caparrós sino
que podamos además disfrutar de reflexiones y relatos atípicos de la mano de
autores que destacan por un firme e inusual compromiso a la hora de entender la
literatura y el periodismo.
El pasado
año Antonio Lucas y Jordi Soler publicaron en
esta editorial madrileña dos libros que merecen ser recordados y ocupar de
nuevo un lugar preferencial en las mesas y estanterías de las librerías. A
pesar de sus evidentes diferencias, Vidas de santos y Ensayos
bárbaros aportan la misma mirada lúcida sobre el pasado y el futuro
de una sociedad cambiante y al mismo languideciente. Gracias a Soler y Lucas
pervive el recuerdo de episodios y personajes que corren el riesgo de ser
devorados por el vertiginoso ritmo del presente.
En Vidas
de santos, Antonio Lucas conjuga sus dos facetas: la
de poeta y la de periodista. La sinopsis de este particular santoral hace
pensar en muertos que hicieron suya aquella frase atribuida erróneamente a James
Dean: “vive rápido, muere joven y deja un bonito cadáver”. Aunque
Lucas se detiene en las biografías de personajes tan conocidos como Rimbaud, Basquiat, Jayne
Mansfield -otra rubia intelectual- o Sid Vicious, rescata
también los semblantes de otros jóvenes con talento que murieron sin el
reconocimiento merecido, “promesas quebradas” para Lucas.
Félix Francisco Casanova, autor precoz que parecía destinado a
revolucionar a su manera el mundo de las letras se encuentra con Chusé
Izuel, compañero del alma de Félix Romeo, a quien habló tras su
suicidio en Amarillo, o con Marga Gil Roësset,
que parece poco a poco desligarse de la sombra de Juan Ramón Jiménez para
alcanzar la fama como escultora. Lucas une de esta manera, invisible y
efectiva, distintos retratos. A Izuel lo relaciona con Annemarie
Schwarzenbach y a ésta con Carson McCullers, formando un
mapa que atrapa desde sus primeras páginas. Es inevitable tomar continuas notas
para conocer, después de esas breves y potentes introducciones, la obra de cada
uno de esos personajes.
Antonio Lucas
Vidas de santos se divide además en Heterodoxas y Vidas
revueltas. Heterodoxas selecciona un grupo de mujeres de
rompe y rasga. En ella no podían faltar Gala Dalí o Billie
Holiday, pero Lucas acierta al incluir a Anne Carson, y obviar
a la sobreexpuesta Sylvia Plath, o al contar la historia de una
trabajadora húngara de una fábrica suiza que escribía en francés llamada Agota
Kristof.
En este volumen no solo se encuentra crónica o narrativa. Lucas no
juzga a ninguno de los retratados y juega en sus páginas con dosis de poesía y
datos. Pero donde brilla especialmente es en su última parte, Vidas
revueltas, donde toma una galería de personajes fascinantes con los que
tuvo contacto de primera mano. Es en ellos donde redondea el arte del retrato,
casi pictórico, y el lector queda con ganas de conocer más ejemplos de seres
“revueltos”. Fascina la filosofía vital del cantaor Manuel Agujetas,
recientemente fallecido, la singularidad del menos mediático de los Panero, Juan
Luis, la libertad de la incombustible actriz Margarita Lozano o
la gallardía del artista sin obra Isidoro Valcárcel Medina. Esta
última parte hace único este libro y los voyeurs no pueden dejar de sentir más
próximos a estos últimos retratados y también a Lucas, quien se convierte en
testigo privilegiado de una historia no oficial de la cultura española.
Por su parte, Jordi Soler se aleja de lo concreto, de
los apuntes biográficos y disecciona la Europa contemporánea y esta sociedad devorada por el
exceso de información, el culto a lo colectivo y la velocidad. En apenas cinco
páginas construye píldoras de sabiduría, agudas reflexiones que quizá muchos
podríamos plantearnos si nos detuviéramos tan solo unos minutos.
Cada uno de sus textos merecen un comentario pero se agradece a
Soler que recupere episodios que parecen haber sido sepultados por la historia
oficial. La Europa mohosa es un recordatorio escalofriante del
sufrimiento de miles de republicanos españoles que languidecieron en campos de
concentración en Francia, país que demostró a sus incómodos vecinos que para
ellos no había allí ni libertad, ni igualdad, y mucho menos fraternidad. Soler,
nieto de esos españoles, recupera esa terrible parte de la historia europea, no
tan solo española, y la inscripción de una estatua en el pueblo de
Argelès-sur-Mer, “Su desgracia haber luchado para defender la Democracia y
la República contra el fascismo en España de 1936 a 1939. Hombre libre,
acuérdate”.
Soler toma el pasado, la Guerra Civil, el exilio de los
republicanos en México, el movimiento zapatista o la crisis económica que aún
sufrimos como herramientas para construir el futuro. Incide en la solidaridad y
la creatividad surgidas en los últimos años, y tiene razón al temer su
desaparición cuando se cumplan los objetivos de recuperación.
Ciudadano de ambos lados del océano, reproduce realmente lo que es
Europa, los fallos de esta unión que no debería ser tan solo económica, subraya
las particularidades de los países del Mediterráneo y la importancia de
mantenerlas con vida.
Montaigne, Balzac, Orwell, Joyce o Pla pueblan
esta páginas y conviven con el subcomandante Marcos, con la vida
saludable o con Facebook. Construye una fuerte columna vertical que dota de
gran unidad a estos ensayos bárbaros y tremendamente lúcidos. Una lectura que
fluye, que parece ser interiorizada sin apenas esfuerzo –ni resistencia- y que
deja una huella que nos ayudaría, si de verdad quisiésemos, a pensar sin
injerencias.
Los lectores de los artículos y columnas de ambos autores tienen
la oportunidad de disfrutar de dos compilaciones construidas no por azar, sin
orden ni concierto, sino con cuidado y un especial mimo con objeto de
transmitir un único mensaje, artístico y vital. Es por ello que debe
agradecerse a Círculo de Tiza que, además de apostar por la aplaudida crónica
latinoamericana, otorgue a muchos de nuestros periodistas y escritores un lugar
protagonista en su catálogo y de esa manera se asegure la supervivencia de sus
textos lejos de periódicos en perpetua agonía, en eterna crisis.
En este 2016, Círculo de Tiza continúa afortunadamente con la misma apuesta. No se pierdan Mientras haya bares, de Juan Tallón, un libro que debe disfrutarse con cuentagotas del que hablaremos próximamente.


En este 2016, Círculo de Tiza continúa afortunadamente con la misma apuesta. No se pierdan Mientras haya bares, de Juan Tallón, un libro que debe disfrutarse con cuentagotas del que hablaremos próximamente.


Título: Vidas de santos
Autor: Antonio Lucas
Editorial: Círculo de Tiza
Páginas: 330
Precio: 22 euros (rústica)
Título: Ensayos bárbaros
Autor: Jordi Soler
Editorial: Círculo de Tiza
Páginas: 234
Precio: 20 euros (rústica)
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