Todos
aquellos que leen Mis amigos caen
rendidos ante el talento y sensibilidad de Emmanuel Bove. Pocas novelas tan
breves tienen la fuerza de las tristes andanzas de Victor Bâton. Colette, la
primera editora de Bove, al descubrir a este autor único no dudó en publicarlo.
Pero a pesar de su calidad literaria y del potente mensaje de sus textos, Bove solo
disfrutó de un éxito fugaz y quedó rápidamente relegado al olvido, del que tan
solo le rescató Samuel Beckett, quien encontró en la lengua francesa y su
literatura una segunda patria.
La
editorial Pasos perdidos reivindica la importancia de Bove dentro de la
literatura europea de la primera mitad del siglo XX y esta vez ofrece una nueva novela
centrada en otro ser incomprendido y solitario. Charles Benestau, un abogado de
clase alta perteneciente a una familia de industriales, decide de la noche a la
mañana romper con su profesión, su mujer y sus hijos y hasta su amante. Pero no
huye lejos de su majestuoso piso parisino sino que decide iniciar una segunda
parte de su vida en un barrio de clase obrera. Alquila un pequeño apartamento
de tres habitaciones y dedica su tiempo a pasear y escribir sus recuerdos sin
propósito alguno. Cree haber encontrado una vida auténtica, libre de oscuros
intereses, en un lugar donde sus vecinos se dedican tan solo a trabajar para
sostener sus miserables vidas.
Charles
desea convertirse de manera inconsciente en un salvador de varias de esas almas
torturadas y perdidas y, lejos de encontrar agradecimiento, recibe el odio
sinsentido y grandes dosis de envidia. En lugar de huir a un nuevo refugio, y
aislarse por fin de una humanidad que le hastía, parece dejarse morir, resignado
al fracaso de su tan ansiado proyecto.
Con una
prosa lacónica y certera Bove despliega de nuevo su maestría al construir un
protagonista inolvidable y una corte de secundarios que encarnaban entonces (y
aún hoy) a la mayor parte de la sociedad. Si Victor Bâton hacía todo lo posible
por encontrar un solo amigo, Charles Benestau quiere disfrutar de la soledad
pero sin dejar de ayudar a los que le rodean. El resultado en ambos casos es el
mismo, individuos marginados por llevar vidas alejadas de lo que se consideraba
normal.
Además,
recupera un París de posguerra, una ciudad que desea olvidar las terribles
consecuencias, sus muertos y a los excombatientes que abandonan hospitales y
trincheras para volver a un mundo que huye de sus uniformes raídos y
malolientes. Bove se detiene en lo
minúsculo, en lo que nadie repara pero también centra su mirada en un país
implacable con los suyos. Las últimas páginas de El presentimiento son sobrecogedoras, golpean de manera similar a
como lo hace Mis amigos. No dejen de
conocer a Emmanuel Bove, hay pocos escritores que retraten con tanta hondura la
soledad humana.
Autor: Emmanuel Bove
Traductora: Mercedes Noriega Bosch
Traductora: Mercedes Noriega Bosch
Editorial: Pasos perdidos
Páginas: 162
Precio: 15,90 euros
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