viernes, 22 de enero de 2016

Reseña conjunta: Robert Walser, de paseo con Jakob von Gunten

Sin duda, no hay aproximación posible a la obra literaria de Walser que no tenga presente sus particulares circunstancias vitales. Por eso, durante mi lectura de este autor me he sentido siempre condicionada por la imagen de su cuerpo en la nieve ese día de Navidad de 1956. Esta "condición", el conocimiento de sus trastornos mentales me molesta. Su cacareado vagabundeo por el filo de la cordura y las alabanzas sin fin de sus muchos entusiastas no me han permitido nunca acercarme a la obra del alemán con sensación de libertad plena, dispuesta a decidir si me gustaba o no. ¿Y si no era así? Anatema. Excomunión.

Su relectura, en medio de la "saga alemana"  que acometemos, me ha gustado menos que lo leído hasta ahora: no tiene la desgarradora prosa poética de Herta Müller ni la acidez misántropa de Arno Schmidt, le falta la brillantez de Koeppen y el desespero de Bernhard; no es vital como Zweig.

Aún así, esa candidez de adolescente, con sus guiños de paseante, esa ingenuidad de chiquillo malo, los tiernos mensajes que lanza al lector, buscando cierta complicidad en su visión cómica del mundo por el que pasea, o la rebeldía del protagonista de Jakob von Gutten me llevan a apreciar al niño que siempre me encuentro en él.

Esta es para mí su mayor virtud: su manejo voluntario de ambos textos como si desease tener para siempre 18 años.

Señalaría además su función de puente, su aparente estilo tardo romántico, que también encaja en la literatura alemana y que permite, por lo menos a mí, conectar el siglo XX con la mejor tradición literaria germánica.

Nuria Castaño Monllor

__________

La de Robert Walser es una literatura que nace del talento y, como tal, tiene sus luces y sus sombras. La naturalidad de sus descripciones se hace patente en El paseo, también en la creación de personajes, que es una de las mayores virtudes en Jakob von Gunten. Por el contrario, el peso de las digresiones, muy especialmente en El paseo, tienden a lastrar en exceso el ritmo de la narración.

Lo más interesante de su literatura es poder adentrarse en una mente alterada, pues a partir de esa alteración es como se construyen sus novelas. Aun a pesar de querer permanecer ajeno, pasar desapercibido, su yo es muy potente y resuena claro en sus libros, cuya carga autobiográfica es innegable.

Un autor, para mi gusto personal, quizás demasiado lento, pero que es innegable que ofrece páginas de gran disfrute para el lector.

Pedro Garrido

__________

Hacer afirmaciones categóricas sobre la literatura escrita en alemán implica generalizaciones demasiado arriesgadas. Aunque la ironía y un particularísimo análisis del mundo y de la Historia marcan la obra de sus más importantes autores son sus diferencias las que engrandecen su literatura, las que permiten ver experimentos estilísticos y reflexiones únicas. La muerte de Robert Walser parecía hacer presagiar un rápido olvido de ese escritor que había permanecido durante gran parte de su vida ingresado en un psiquiátrico. Pero no solo Kafka o Musil lo ensalzaron sino que contemporáneos como Coetzee o Vila-Matas subrayan la importancia de su obra y, sobre todo, de su mente perturbada pero literariamente lúcida.

Reivindico la importancia de Jakob von Gunten, libro que da una vuelta de tuerca a las bildungsroman, a esas novelas de aprendizaje que con gran carga filosófica y psicológica retratan con maestría no solo a sus jóvenes protagonistas sino a toda la sociedad. Me convencen especialmente la voz del incómodo Jakob y sus insólitas creencias que le alejan de un país protestante entregado al esfuerzo y al trabajo. El paseo es un gran contrapunto en la obra de Walser. En apenas ochenta páginas el autor suizo nos muestra la mente de un creador, atento a cada detalle, y su capacidad para el lenguaje poético. Nunca hay que dejar de leer a Robert Walser.

Bárbara Pérez de Espinosa Barrio

__________

Decía alguien (ya no se sabe si lo dijo Diógenes, Lord Byron, Schopenhauer, o algún otro): «Cuanto más conozco al ser humano, más quiero a mi perro». Algo así me sucedió al leer a Robert Walser.

Walser nos enseña que un escritor puede demostrar que sabe escribir en un espacio justo, no justo de ajustado, sino justo de justicia. En El paseo nos hace una estampa social que no se sale de su espacio sensitivo; en Jakob von Gunten crea unos personajes y un escenario a través de una estructura y un estilo adecuado a las circunstancias narrativas.

Pero además, y he aquí lo importante para mí, Walser tiene la delicadeza (y la inteligencia; y eso que no andaba el hombre muy bien de mollera, así que, cómo andarán los demás) de preocuparse por el lector (porque a veces, aunque parezca mentira, hay un lector detrás de las páginas que se leen), porque sabe (o intuye) que no debe (y digo debe) lanzarse a un lector un libro denso de cientos o miles de páginas si no tiene algún sentido justo, porque hace daño; lo único que conseguirá así el escritor es que el lector acabe tomando antidepresivos o se vuelva un anacoreta rural o urbano. 

Así que, si hay algunos escritores que todavía quieren que los sigan leyendo tres o treinta habrá que respetarlo, de todo hay en este mundo (ahora me refiero a los lectores, el escritor no tiene la culpa, por algún lado todos dejamos escapar nuestra vanidad); pero de todas formas, si quieren escribir esos pisapapeles de celulosa, que busquen a esos tres o treinta que los leen y les entregue el libro en mano (o en una carretilla), que no los dejen en librerías o bibliotecas; y si no encuentran a esos tres o treinta lectores, pues que hagan algo parecido a lo que decía ese alguien que ya no se sabe quién fue: que se lo lean en voz alta a su perro, a ver qué opina su tan amado can.

Solo puedo resumir la lectura de Walser diciendo: «Cuanto más conozco a autores de libros leoninos, más quiero a mi Walser». Gracias por existir, señor Robert Walser, la prueba de que la genialidad y la justicia pueden coexistir en un ser humano.

Agustín Márquez

__________



Título: Jakob von Gunten
Autor: Robert Walser
Traductor: Juan José del Solar Berdelli
Editorial: DeBolsillo
Páginas: 128
Precio: 9,95 eur (rústica)


Título: El paseo
Autor: Robert Walser
Traductor: Carlos Fortea
Editorial: Siruela
Páginas: 80
Precio: 12,95 eur (cartoné)






Primera fotografía tomada de Fotografías toma Vallejo & Co.
Segunda fotografía toma de The New Yorker

No hay comentarios:

Publicar un comentario