miércoles, 5 de agosto de 2015

¿Qué vamos a echar en la maleta?: nuestras lecturas veraniegas

Detrás de estos textos que ves en tu pantalla no hay robots, sino personas que sienten y padecen y, sobre todo, que se cansan y necesitan vacaciones. De lo que no nos cansamos, eso sí, es de abrir un libro y ¡ale!, pasar páginas y más páginas como si la vida nos fuese en ello (y es que, en realidad, se nos va en ello, y con gusto). Así es que hoy os desvelamos una pequeña intimidad (que no deja de ser vanidad lectora, para qué vamos a engañarnos) y os contamos qué libros nos llevaremos nosotros en la maleta para pasar nuestras vacaciones.


Agustín:

- Las correcciones, de Jonathan Franzen (Salamandra). Franzen es uno de esos autores que tiene tantas personas y medios que lo alaban, véase Obama, Oprah Winfrey o la revista Time, como detractores. Y dentro de los escritores, los hay quienes afirman que es un escritor al que hay que leer sin excusa, y otros que dicen que es un mero producto de consumo fácil. Así que, qué mejor cosa se puede hacer que leer su obra más importante, o al menos la que lo consagró y salir de la duda.

 - El lamento de Portnoy, de Philip Roth (Bruguera). En algunos círculos se comparan las historias de Franzen con las de Roth, que lo que hace el uno ya lo hizo el otro. Así que, a releer este lamento para ver si ciertamente Franzen se parece tanto a Roth o no es para tanto.

 - La segunda parte de El Quijote, de Miguel de Cervantes (Cátedra). Es mi pequeño homenaje al cuatrocientos cumpleaños de la publicación de la segunda parte de El Quijote. Nunca hay que dejar de releer a los clásicos, y menos a los nuestros.

 - El niño perdido, de Thomas Wolfe (Periférica). Bueno, habrá que hacer caso a Pedro, ¿no?

- Para la voz, de Maiakovski (Universidad de Castilla La Mancha). Hay universidades que hacen publican auténticas joyas y hay que reconocer que este facsímil que ha publicado la Universidad de Castilla La Mancha de una de las obras más importantes de Maiakovski tiene una pinta estupenda. 

Cuentos de soldados y civiles, de Ambrose Bierce. Quien no haya leído El puente sobre el río del búho, no sabe lo que se está perdiendo. Yo, tiempo después, voy a repetir.

Welcome to hell, de Colin Martin (Maverick House). Leer alguna biografía de vez en cuando está bien, y está, tratándose de un europeo encarcelado en una de las peores prisiones del mundo (Bangkok Hilton) promete no dejar indiferente.

The fifth child, de Doris Lessing (Random House). He de reconocerlo, no he leído nada de Doris Lessing, y creo que ya va siendo hora.



Pedro:

Elogio del papel, de Roberto Casati (Ariel). En estos tiempos en los que todo lo analógico parece que tiene que pasar a digital por imposición del alcalde es bueno ver que hay alguien formado que decide rebelarse y argumentar sólidamente en contra de esa tendencia. Pinta muy bien.

Composición nº1, de Marc Saporta (Capitán Swing). Un libro con páginas intercambiables. A mí, con esa idea de partida, Saporta ya me tiene ganado. Un libro del 62 y yo sin conocerlo hasta ahora. Pero más vale tarde...

El cuaderno perdido, de Evan Dara (Pálido fuego). Dos intentos de leer este libro y dos fracasos. Y no por culpa del libro, cuyas 150 páginas iniciales prometen mucho, sino porque siempre otros libros o esa maldita manía de trabajar se han interpuesto en la lectura. Ahora, tirado en una hamaca, ya nada podrá evitar que le hinque el diente.

Lancha rápida, de Renata Adler (Sexto Piso). Me han hablado maravillas de este libro y, además, es un regalo del otro fundador del blog, así es que es de lectura obligatoria.

Cuentos, de Hemingway (Random House Mondadori). Volver a Hemingway y recuperar sensaciones, que nunca viene mal. Y reencontrarme con "Los asesinos" y comprobar si es realmente tan bueno como lo recuerdo.

Los reconocimientos, de William Gaddis (Sexto Piso). Si Agustín se va a lanzar con Franzen y ese supuesto homenaje que le hizo a Gaddis con Las correcciones, yo dejo la guinda de mis lecturas estivales para el final. La primera obra de Gaddis, mastodóntica. Prometen ser horas y horas de disfrute. 


No hay comentarios:

Publicar un comentario