los imprescindibles
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Libros
Un dique contra
el Pacifico (1950). De factura aún
bastante tradicional esta primera obra maestra imbrica el relato de la vida en
las colonias con recuerdos autobiográficos. Duras evoca el confinamiento en el
círculo familiar controlado por aquella madre descaradamente injusta, tan
cariñosa como brutal, tan exigente como torpe y paranoica; Sísifo desviviéndose
en una lucha tan estéril como rabiosa, ella no solo dilapida el dinero familiar
en la construcción obsesiva de diques para proteger las tierras inundadas que
le vendió un gobierno desleal sino que resulta incapaz de contener el deseo y
el afán de libertad de su hija.
El amante (1984). La novela con la que alcanzó repercusión más allá de los círculos
literarios. Su estilo estaba ya claramente definido y lo empleó para narrar sus
años de adolescencia: la madre injusta, el hermano cruel, el chino enamorado de
ella cuando tan solo era una adolescente, la imposibilidad del amor.
El Vicecónsul (1966). Una de las novelas más sencillas y al mismo tiempo más complejas
de Duras. Un hombre llega a Calcuta, donde los rumores entre la colonia
francesa giran en torno a él por ciertos episodios ocurridos en Lahore de los
que nadie sabe nada y de los que, sin embargo, todos hablan. El hombre, el
Vicecónsul, se enamora de una mujer que terminará por destruir su vida:
Anne-Marie Stretter. Al mismo tiempo,
Peter Morgan, escritor, tratará de mostrar la miseria, la trágica vida de la
India en un relato que se entrevera con la realidad.
Escribir (1993). Este texto nos aclara tanto sobre el proceso creativo de Duras
como sobre el propio fenómeno de la escritura. En lo que fue inicialmente una
entrevista a Benoît Jacquot, M.D. procura aprehender el misterio de la
escritura, llevando las palabras hasta sus últimos confines al intentar nombrar
lo inefable: «Estar a solas con el
libro aún sin escribir, es estar en el primer sueño de la humanidad. Eso es. Es
estar sola con la escritura aún baldía. Es tratar de no morir de ello».
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Películas
India Song. Obra maestra,
expresión cabal de lo que Duras buscaba mediante el cine: prolongar la
escritura. India Song es una
variación cinematográfica de su novela El
Vicecónsul. Las palabras y los silencios se ven recalcados por la belleza
de la fotografía, la peculiaridad de la voz en off que adopta la monotonía de las vidas que describe, enfatizando
al mismo tiempo toda su violencia y tragedia contenida.
Hiroshima mon
amour. Dirigida por
Alain Resnais con guion de Duras. ÉL y ELLA se encuentran. La humanidad rota se
encuentra para contar su tragedia. El desamparo de Hiroshima dialoga con el
dolor y la humillación de lo que sucedió en Francia durante la Segunda Guerra
Mundial y el ambiguo periodo de la Liberación. De aquella obra maestra el
grandísimo Jean-Luc Godard dijo: «Recuerdo haber sentido celos de Hiroshima mon amour. Pensaba: “esto está
bien y se nos ha escapado, no podemos tener ningún control sobre ello“».
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Teatro
La música
deuxième (1985). Una mujer. Un
hombre. Se amaron, se casaron para hacer como todo el mundo, y se separaron.
Eso fue ayer. Hoy se juntan de nuevo en el tribunal para oficializar su
separación. Antes de eso, y por ultima vez, quedan en un hotel para intentar
hablarse, intentar comprender lo que les llevó al inevitable desastre. El
espectador/lector es testigo de todo lo que se dice. Y más aún: de lo que se
calla.
Agatha (1981). En esta obra Duras trata de manera directa un tema recurrente en
su obra: el del incesto entre hermanos. Aquel amor ambiguo, consumado o
fantaseado, al que ya alude en Un dique
y que volverá a aparece en La Pluie d’Été.
En esta pieza, un hermano y su hermana se encuentran justo antes de que esta
ultima se vaya de la casa familiar. Recuerdan como surgió aquel amor
prohibido…
canela fina
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Libros
El arrebato de
Lol V.Stein (1964). Estamos en S.Thala. Lol V.Stein asiste a un baile con su
prometido. De repente aparece la devastadora Anne-Marie Stretter. La de El Vicecónsul y otras novelas, la que
enamora instantáneamente y abandona en el desespero más absoluto. El novio se
va con ella. Y Lol se encierra en un mutismo radical. Loca de desesperación y
de amor, rota a la par que fascinada por ese ángel negro que acaba de destruir
su vida…
El mal de la
muerte (1982). Otra de las
obras de referencia durasianas. Breve e intensa, como casi toda su producción
pero en este caso llevada al extremo. Un hombre ante la incapacidad para amar
se sincera con una mujer a la paga por pasar junto a él unos días. En los
lapsos que les median ente los actos sexuales su desesperación se agudiza y la
comprensión de ella se hace inevitable.

El parque (1955). Breve novela
que podía haber sido compuesta perfectamente por Duras como obra dramática. Dos
desconocidos charlan en un parque sobre sus respectivas vidas: se trata de un
comerciante ya entrado en años y de una sirvienta joven. Se desvelan algunos de
sus deseos y propósitos, se lamentan de lo no conseguido y, sobre todo ello,
planea la idea de que la joven, a pesar de su menor experiencia, o quizá
precisamente por ella, encara la vida de
un modo más vitalista y, al mismo tiempo, más realista que el hombre, ya de
vuelta de todo y hastiado del mundo.
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Películas
Nathalie
Granger (1972). Con Jeanne
Moreau y el jovencísimo Gérard Depardieu. Un hombre entra en una casa donde
viven dos mujeres. Les quiere vender un aparato doméstico. Exhibe su discurso
absurdo, intenta persuadir, seducir, enredar… en fin: vender. Las mujeres
contestan lacónicas o con la violencia de su silencio. No son crédulas. Saben.
Lo saben todo. Saben que él no es lo que pretende ser. Saben que él sabe que no
necesitan lo que les quiere vender. Saben. Y él también acaba admitiéndolo.
Aunque sigue agitando su ruido, como un pobre muñeco alienado.
El Camión
(1977).
Una escritora (Marguerite Duras) lee a un actor (Gérard Depardieu) el guion de
su próxima película. Se trata de una mujer a la que un camionero acepta llevar
a cierto destino. Ella no para de hablar durante todo el trayecto mientras él
le escucha en silencio. Se oye la voz en off.
Nunca se ve a los personajes. Tan solo planos de un semirremolque maniobrando.
EXTRAS
Ese amor, Yann Andrea (1999). Más allá de la experiencia personal de «ese amor» inaudito que
le ataba a la gran Marguerite Duras, Yann Andrea habla del binomio amor-pasión,
de aquel sentimiento tan violento como irrefrenable con el que cualquiera puede
identificarse; esa grieta que irrumpe en el cotidiano y pone de repente, como
diría Celine, «la metafísica al alcance de los caniches». El dolor
embriagador, el sufrimiento, así como la suerte inaudita de vivir en sus carnes
la aporía sublime: «Cómo decir: le quiero más que cualquier cosa en el mundo, y
más todavía».
Marguerite Duras, Laure Adler (1998). Biografía de
referencia escrita por una de las periodistas/escritoras más reputadas del
panorama intelectual francés. Este trabajo riguroso y exhaustivo cuenta con
todo detalle y precisión la vida de la gran escritora.
NUESTRO FAVORITO ABSOLUTO
La lluvia de
verano (1990). Una familia de inmigrantes. El padre viene de Italia, la madre del
Cáucaso tal vez, los hijos nacieron todos en Vitry, un suburbio de Paris. Los
padres les miran vivir, con pavor y amor. Está Ernesto quien ya no quiere ir al
colegio «porque nos enseñan cosas que yo no sé», Jeanne, la hermana a la que
ama con locura y ambigüedad, los brothers
y las sisters. A su alrededor, la
sociedad y todo lo que la mantiene en pie: Dios, la educación, la familia, la
cultura... otros tantos principios y certidumbres que aquel niño y su familia
hacen trizas con alegría, e irrefrenable violencia.
Moderato
cantabile (1958). Una mujer y su hijo salen de la clase de
música de este y al lado, en un café, un hombre ha matado a su pareja. La mujer
se interesa por el caso y comienza a visitar regularmente el café en busca de
una explicación, de algo que dé sentido a esa muerte y a su propia vida. Un
hombre la guiará en esa búsqueda. Una narración hipnótica, cíclica y donde
puede verse a la mejor Duras, narración en estado puro.
Artículo escrito por Alexandra Templier y Pedro Garrido.
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