Hace algunos días, en una de sus clases magistrales, el escritor y fundador de Billar de Letras, Ronaldo Menéndez, hablaba sobre los silencios, la importancia que tienen en los textos narrativos, tanto o más que lo escrito, porque ciertamente, a veces se escribe mucho y se cuenta poco. Hablaba del famoso icerberg de Hemingway, del silencio temporal, de silenciar el contexto, del vacío que produce la reiteración, de Rayuela como ejemplo del silencio como estructura, o del silencio como sentido encriptado, algo que se da mucho en los microrrelatos. Expuso tres textos para ejemplificar esto que parece tan raro del silencio: Un mensaje imperial, de Kafka; La violencia de las horas, de César Vallejo; y En memoria de Paulina, de Adolfo Bioy Casares, este último ciertamente tiene bastante que analizar sobre los silencios y lo que estos producen, incluida la fama, al menos para este que suscribe la reseña, excesiva que precede al autor.
Más tarde, uno se topa con una de esas lecturas que le recomiendan, y en la que, casualidades de la vida (o de la lectura), hay mucho de lo que hace pocos días a uno le habían contado y que podría convertirse en otro buen ejemplo. En Lejos de ellos, la primera novela de Laurent Mauvignier, publicada en 1999, y editada en 2014 en España por Cabaret Voltaire, hay mucho sobre los silencios: hay puntas de hielo que nos dejan helados, silencios que poco a poco se nos irán desvelando, pero sobre todo hay un silencio que es difícil de contar y tratar en los textos narrativos, y es el de los silencios de la propia vida.
Lejos de ellos es la historia de un joven, Luc, que se ve envuelto en esos silencios de difícil reescritura vital: la falta de comunicación con tus seres queridos, la falta de comprensión y la ausencia de cariño. Luc, quien convive con sus padres, deja un día el hogar para irse a trabajar y vivir a Paris. Con esta marcha no solo se lleva su presencia y sus pósters de películas, también muchas palabras, las de verdad, que nunca fueron dichas, porque para decir no solo basta con hablar, también es necesario que exista una voluntad para que esas palabras sean escuchadas. Tras una noticia, y a través de unas cartas que Luc fue escribiendo, la familia comienza a ser consciente de esta falta de comunicación que el protagonista sufrió y que lo llevó a tomar una importante decisión.
El título de la novela no puede estar mejor elegido, porque no solo hace referencia a esa marcha del protagonista que lo llevará hasta París y que lo alejará de la familia, sino que también hace referencia a lo lejos que él (y muchos de nosotros) se encuentra de sus seres queridos cuando convive junto a ellos.
Lejos de ellos es una novela multiperspectiva en la que varios personajes aportan sus impresiones del mismo suceso. Dividida en tres partes, en donde el estilo del autor le lleva a narrar sin puntos y aparte, salvo para cambiar de punto de vista, e incluyendo los diálogos en el propio texto sin señales de los mismos salvo algunas acotaciones mínimas. Esto en sí no resulta incómodo, pero quizás sea lo peor de la novela, ya que en ocasiones los diálogos se pierden en el texto y hay que volver a releer algunos pasajes. No obstante, esto no resta ningún brillo a una novela que en su brevedad nos enseñará mucho de los, a veces, tan incómodos silencios.
Título: Lejos de ellos
Autor: Laurent Mauvignier
Traductor: Javier Bassas Vila
Editorial: Cabaret Voltaire
Páginas: 160
Precio: 17,95 eur (rústica)
Fotografía tomada de www.laurent-mauvignier.net
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