¿Qué tienen en
común El lobo estepario, Harry Potter, La isla del tesoro y Beowulf?
Aparentemente nada, ¿verdad? Sin embargo, la respuesta es muy sencilla: todos
ellos se caracterizan por lo que se denomina el camino del héroe.
El camino del
héroe es la historia más antigua del mundo. Es ese viaje iniciático, desde el
punto A al B, que todo aspirante a héroe que se precie debe recorrer. Para
conseguir alcanzar el preciado Grial, el protagonista habrá de enfrentarse a
peligros mitológicos, enigmas aparentemente imposibles de resolver y
situaciones arquetípicas que pondrán su valor y su integridad personal en peligro.
Afortunadamente, los héroes sueles salir bien parados. Ventajas de ser el protagonista.
El cine, especialmente
el estadounidense, ha explotado esta materia casi hasta el infinito. Intentad
recordar las últimas diez películas que haya visto. Os apuesto una suscripción
a la Encyclopaedia Britannica a que
de ellas, como mínimo, ocho se ven salpicadas por el camino del héroe. Pensadlo.
Todas las películas infantiles desarrollan este tema, y las de ciencia-ficción,
históricas, fantásticas, y las comedias románticas, por supuesto: la chica
consigue al chico y viceversa, ¿no? Eso sí, tras franquear muchos obstáculos y domeñar
a los hados, con esa típica escena diez minutos antes del final de la cinta en
la que parece que, lamentablemente, no va a haber boda final.
Se me ocurre
que quizá el éxito del que gozan los videojuegos se deba precisamente al camino
del héroe, dado que serían algo así como la apoteosis de este tipo de
historias. Siempre hay que «mover» a alguien, conseguir que se haga más fuerte
por el camino y que alcance su objetivo final. Visto así, parece que le
queremos vender a las nuevas generaciones la noción de que la vida no es más
que una suerte de recta homérica cuajada de villanos y en la que solamente
importa la meta, que ha de ser alcanzada a cualquier precio.
¿A qué se debe
que estas historias tengan tanto éxito? Quizá al fracaso de nuestros propios
sueños, y al hecho de vernos reflejados en ese héroe que, al principio, no
parece nadie especial. Es tan solo un sujeto apocado que intenta abrirse camino
y al final obtiene más de lo que pensaba que tenía desde un principio.
La pregunta que
quiero plantear, que es la subrepticia intención de este artículo, es la
siguiente: dado que todas estas historias repiten el camino del héroe hasta la
náusea, ¿por qué seguimos demandándolas? ¿No nos resultan ya siempre iguales y
nos deberíamos sentir indiferentes a ellas? Pero si decidimos continuar en esa
senda, ¿por qué entretenernos en refritos modernos, cuando uno puede, por lo
menos, leer historias más originales y cercanas a la fuente mitológica en la
que se basan?
Y para que os
sirva de ejemplo, os propongo estos siete diferentes caminos mitológicos del
héroe, para que recorráis el que queráis. Que los disfrutéis con salud, pero
recordad:
Es peligroso, Frodo, cruzar tu puerta. Pones tu pie en el camino, y si no cuidas tus pasos, nunca sabes a dónde te pueden llevar.
La odisea (Homero)
Historia de Sinuhé (Sinuhé)
Sir Gawain y el Caballero Verde
(anónimo)
Las mil y una noches (Abu Abd-Allah
Muhammad el-Gahshigar)
La epopeya de Gilgamesh
Don Quijote de la Mancha (Miguel de
Cervantes)
Cantar de los nibelungos (anónimo)
Viaje al oeste (Wu Cheng'en)
Artículo escrito por Cayetano Gea.
Hay mucho rito iniciático y mucho itinerario cíclico. Sobre este tema hay un libro muy interesante al que dediqué en su día un par de entradas por si alguien está interesado en adentrarse más en el tema
ResponderEliminarhttp://latinajadediogenes.blogspot.com.es/2012/02/el-heroe-de-las-mil-caras-i.html
http://latinajadediogenes.blogspot.com.es/2012/02/el-heroe-de-las-mil-caras-y-ii.html
El camino del heroe simplemente me parece una ida olla. (Y que conste que no lo digo al tun tun) Es algo tan Su Generis, que con que lo tengas en mente todo encaja. Algo así como el típico truco del adivino. Para demostrar mi punto: Dime alguna historia que recuerdes que NO cumpla el camino del héroe.
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