miércoles, 3 de diciembre de 2014

Entrevista: Jekyll & Jill, el libro como objeto y el riesgo

Hay quien dice que estamos sufriendo un boom de editoriales, que estamos en un momento en el que salen hasta de debajo de las piedras: bienvenido sea ese boom y la diversidad de libros que tenemos los lectores para elegir. Una de las últimas en incorporarse a este mundillo ha sido Jekyll & Jill, que en muy poco tiempo (desde 2011) se está abriendo un hueco en las librerías, ofreciendo títulos interesantes y unos libros en los que se percibe el amor por lo bien hecho, por el libro con mayúsculas. Hace poco les sometimos a un tercer grado un tanto especial, pero es que Jessica y Víctor no se merecen menos. Esperamos que disfrutéis con la entrevista:


P: ¿De qué planeta venís? ¿Cuántos sois? ¿Pensáis quedaros mucho tiempo y en son de paz?

R: Venimos de un planeta árido y frío con tres lunas en la que los días y las noches duran instantes. Vinimos dos, para mezclarnos con la población nativa, no para esclavizarla ni abusar de ella, y ahora ya somos multitud. En nuestro planeta el clima es bastante duro y se enseña menos, así que la Tierra (Stripotopeximilichue 456 en nuestra lengua) nos pareció un destino agradable.


P: La narrativa cuenta historias, el ensayo opina, la fotografía ilumina, y la poesía... ¿Cómo seguiría la serie?

R: No sabemos cómo seguirá la serie, pero nos sigue atrayendo mucho lo que llamamos literatura híbrida (nos interesan los géneros indecisos, la yuxtaposición de formas y contenidos, la ficción más allá de la cotidianidad). El futuro parece tan impredecible como el tiempo en este planeta, pero nos intentamos contentar con la idea de la existencia de universos paralelos, en los que quizá estemos editando cosas inimaginables: un libro hecho de escamas artificiales de pez volador, un libro oloroso ilegible, uno de pan de oro comestible…


P: Creemos que vuestros libros tienen muy buena crítica, ¿esto se debe a algún pacto que habéis hecho con el diablo?

R: Nos dejó elegir entre editar bien o tocar el violín. Y nos pareció más divertido lo de editar. Bien es cierto que el demonio está muy presente en nuestra editorial, pero no en su faceta de satanazo peludo con cuernos y patas de cabra sino más bien en la de un Lucifer luminoso con el torso en llamas y las piernas azul hielo. Nos resulta más atractivo, dónde va a parar.


P: Vuestros libros siempre van acompañados de algún regalo ¿Se debe a que sois Reyes Magos?

R: Creemos que nuestros lectores se merecen un objeto sorpresa con el que poder jugar, papel que toquetear. La idea de materializar la experiencia de la lectura quizá se deba a nuestro fetichismo por las cosas bonitas. Cuando un título sale de imprenta tenemos que jugar con los libros unos días para meter los regalitos, y eso sí que nos proporciona una ilusión más táctil, más materializada, tras el trabajo realizado.



P: Somos amantes de los números. A ver, ¿cuántos ejemplares de «Del Enebro» os habéis cargado hasta conseguir ese resultado final?

R: Pues yo creo que más bien pocos. Todo se pensó mucho con la ilustradora, Alejandra Acosta, nuestros impresores Paco Boisset y Stella Ibáñez, y Víctor que también es un crack en lo suyo. Luego todo era cuestión de cariño y paciencia.


P: Hay una leyenda que dice que cruzasteis el océano Atlántico a nado, remolcando entre los dos una balsa con vuestros libros y que los desembarcasteis en América, ¿qué tal os recibieron después de la travesía?

R: La primera vez que todos nuestros libros cruzaron el charco fue en nuestras maletas, cuando nos invitaron al I Encuentro Talento Editorial, en Hay Festival Cartagena de Indias (Colombia). Disfrutamos de lo lindo. Al poco tiempo nos contactó Azteca, la que ahora es nuestra distribuidora para América. Sabemos que alguno de nuestros títulos están llegando a México, Chile, Colombia, Perú, Ecuador... Poco a poco. Sin prisa. Nos resulta muy excitante saber que nuestros libros realizan ese viaje tan largo y llegan a librerías que aún no conocemos.


P: Ese ingenio: el libro electrónico. ¿Nos encontramos ante las nuevas «yogurteras» o serán los libros electrónicos a los libros de papel lo que estos fueron con respecto a los pergaminos?

R: Hombre, hay cuentos interactivos maravillosos, como por ejemplo «El viaje de Alvin», una reescritura en formato app de la película de David Lynch «Una historia verdadera», pero no le vemos el interés al libro de siempre en pantalla electrónica (aunque puede resultar una alternativa muy cómoda para gente con problemas de visión, por ejemplo). Nos interesan los nuevos medios, las nuevas posibilidades, pero éstas no se hayan sólo en la novedad del medio, sino en las ideas.


P: ¿Qué preferís, un orgasmo o ver a alguien comprando uno de vuestros libros, eso sí, con una sonrisa enorme?

R: Hombre, no sé mi socio, pero yo a lo mejor me iba por lo más terrenal. (Aquí el socio dice desde el fondo de la habitación que también, que lo terrenal, aunque las dos cosas dan gustito. Si tras la compra, y ya en su casa, a los lectores les conseguimos algún orgasmo largo de por lo menos quince minutos ya quedamos más que satisfechos).


P: ¿Qué tal son los bares, pubs y discotecas para encontrar autores nuevos? ¿Cómo habéis hecho para encontrar a los que tenéis ahora en vuestro catálogo?

R: No somos unos «cierrabares», la verdad. Los dos salimos más bien poco. La mayoría de los manuscritos nos han llegado por correo electrónico, y otros eran encargos que pedimos a gente que nos gustaba. No es difícil tampoco, hay mucha gente joven escribiendo y deseando publicar.


P: ¿Cómo es vuestra relación con los libreros? ¿Visitáis a menudo las librerías donde sabéis que están vuestros libros y husmeáis como sabuesos entre las mesas de novedades para ver si están allí bien colocadas vuestras preciadas creaciones?

R: Nos gusta visitar librerías, como lectores y también, por qué negarlo, como editores. Nos hace ilusión cuando vemos un libro recomendado por un librero o bien colocado (es decir, a la vista), pero todavía no hemos pasado a enviarles lotes de navidad…


P: Hacéis la distribución con pequeñas distribuidoras, lo que nos lleva a esa pregunta crucial: ¿el tamaño importa?

R: La verdad es que estamos contentos con la distribución que tenemos. Queremos, claro, llegar a más librerías, pero tampoco nos interesa una distribución brutal que solo conlleve quedarnos durante un tiempo con toda la edición colocada en muchas librerías para que luego, a los pocos meses, nos llegue una superdevolución. Más de un librero nos ha dicho que nuestros libros son de largo recorrido. Ojalá sea así.


P: Redes sociales: me gusta, bloqueo, comparto, retweet o qué: ¿cómo las veis?

R: Nos gustan Facebook, Twitter e Instagram para comunicarnos con lectores, autores y otros editores. También tenemos un blog y estamos construyendo una página web. Estas nuevas herramientas son muy útiles para la promoción de novedades, así como para compartir gran parte del proceso creativo, y videos de gatetes tocando el teclado. Sin embargo somos conscientes de que la hiperrealidad no es representativa del mundo de las librerías. Si cada «amigo» de Facebook nos comprara un título de la colección tendríamos que contratar umpa-lumpas para plegar y pegar regalitos. Pensar en esos términos ayuda a relativizar y a tomarse menos en serio según qué rifirrafes bíticos.


P: ¿Dónde no lo habéis hecho nunca y os gustaría hacerlo? Nos referimos a leer, claro.

Jessica: Bajo el mar. Y en el espacio. Sobre los anillos de Saturno, o en la cara oculta de la luna (con lamparita).

Víctor: En un ascensor. Pero debería ser un ascensor lento, de un edificio con muchos pisos, sofá y minibar, para así leer cómodamente varios capítulos antes de llegar a la última planta. En realidad a mí me gusta leer en la cama y me gustan mucho los hoteles, así que, puestos a elegir, me pido muchas camas de diferentes hoteles de todo el mundo para leer y leer.


P: Viajemos al futuro: en el año 2040 habéis conseguido tener más dinero que Planeta y Random House juntas: ¿qué tres autores que no están ahora en vuestro catálogo sí lo estarían?

R: Si hemos ganado tanto dinero es porque hemos sacado finalmente ese libro imaginado de… No lo vamos a revelar aquí, ¡que se nos adelantarán! Ya llegará…


P: Volvamos al presente: ¿cuáles son vuestros planes de futuro?

R: Esta semana sale «La versión de Nelly», una excelente novela de la escritora británica Eva Figes. Después le toca a «Tantas mentiras», una serie de relatos en clave de crónica periodística con un humor muy incisivo, de un autor novel, Paco Inclán, editor de la revista Bostezo. También estamos preparando «Cosmotheoros», un tratado de cosmología del holandés Christiaan Huygens, ya tenemos lista la traducción y ahora está siendo cuidadosamente ilustrado en una base escondida al otro lado del planeta.

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