miércoles, 26 de noviembre de 2014

Entrevista: Falsaria, una red social literaria colaborativa

No valoramos lo que tenemos. Siempre hemos tenido la sensación de que se valora más lo foráneo que lo local (no vamos ahora a soltar una lista con ejemplos; no procede) y además, en los últimos tiempos, la aparición de una familiar lejana que casi ninguno conocíamos, la «prima de riesgo», entre otras cosas mucho peores, ha generado desconfianza en lo de aquí. No es de extrañar por tanto que desde fuera vean nuestros proyectos como algo menor, pero el problema surge cuando desde dentro también existe esa desconfianza: algo falla.


Ahora bien, ¿son los proyectos los que fallan o son nuestras miradas orientadas hacia fuera? El mundo del libro también se ve afectado por esta mirada a veces demasiado autocrítica, no solo en relación con los autores y profesionales de la edición, sino también en lo que tiene que ver con las redes sociales literarias. Por ejemplo, muchos autores de habla hispana (dejemos ahora fuera a los anglosajones) conocen y participan en Wattpad, una red social literaria de la cual hablamos en su día aquí, pero existen otras opciones iguales en nuestro país, como es el caso de Falsaria, una red social para escritores en español que lleva ya dos años de andadura y que, a pesar de todo lo anterior está dando mucho que hablar en Internet. 

Por eso, desde aquí y en la medida de nuestras posibilidades, queremos dar voz a este proyecto, y por ello entrevistamos a sus dos creadores, Nicolás Mattera y Paloma Benavente, con los que hablamos sobre Falsaria y el mundo editorial.

P: ¿Qué es y cómo surgió la idea de montar Falsaria?

Nicolás: Falsaria es una red social literaria, una plataforma que permite a los que les gusta escribir, y que ya tienen textos escritos, que puedan publicarlos. Ofrece la ventaja de que pueden llegar a mucha gente porque se trata de un entorno digital y además pueden recibir comentarios acerca de sus obras. Está diseñado para escritores, donde se permite un encuentro con lectores que, muchas veces, son los propios autores. Así que, lo que pretendemos con Falsaria es que se establezca un contacto entre distintos escritores y que interaccionen entre ellos. El concepto más práctico de Falsaria está en conseguir votos, es decir, que la gente te lea y puedas subir en el ranking y, finalmente, cada tres meses, los veinte o treinta escritores que están más arriba en ese ranking publican en la revista de Falsaria, que se publica tanto en formato digital como en papel. El género de los textos es muy variado: cuentos, ensayos, poemas… Además pueden hacerse otras cosas como organizar foros y grupos. Y, en cuanto a cómo se gestó, Falsaria nació en una playa de Gandía en junio de 2012. Nosotros nos conocimos en un taller literario que ya había finalizado y nos quedamos huérfanos…

Paloma: Éramos varios los que nos quedamos un poco sueltos, sin saber muy bien qué hacer.  Todos nos quejábamos mucho y no sabíamos muy bien hacia donde encauzar nuestras vidas, por lo que Nicolás, que sabe mucho sobre blogs me dijo: hazlo. Tenemos varios escritores y sabemos crear un blog. Pues vamos para allá.

Nicolás: La idea era crear un blog en el que varios amigos que escribíamos pudiéramos intercambiar nuestros textos en lugar de quedar un día, que puede ser más complicado. El blog no tenía más intención que esa, pero poco a poco vimos que empezaba a registrarse mucha gente a la que no conocíamos y colgaban también sus textos. Apareció gente de Chile, de Argentina… Por eso decidimos montar ese entorno más en serio, porque veíamos que tenía futuro y nos gustaba mucho la idea de llevarlo adelante. Además nos demandaban cosas a las que nosotros tratábamos de dar salida, por lo que vimos que había que cambiar el entorno, invertimos algo de dinero y empezamos a dedicarnos al 100 % al proyecto.

Paloma: Ha sido complejo montarlo a nivel organizativo pero lo que intentamos es que para el usuario sea muy sencillo utilizarlo. Por eso tenemos unas 80.000 visitas al mes y casi 10.000 escritores que de vez en cuando se meten y publican. También hacemos concursos y talleres para animar a que la gente visite la página.


P: ¿Cómo funciona la web?

Paloma: La web ofrece ese microuniverso literario en el cual empiezas a escribir una línea, esa te lleva a otra y esa a más, y ¿qué haces? ¿Lo dejas en un cajón o lo publicas para que lo lea gente a la que no conoces, lo que también tiene sus riesgos? (risas). En el momento en el que aparece el primer comentario de alguien a quien no conoces ya empiezas a animarte, y comentas lo que otro ha publicado, luego te metes en un grupo que se llama «Me encanta la literatura fantástica» y comienzas compartir ese microuniverso de la escritura y la lectura,  hasta llegar al nivel que quieras, incluso publicar tus libros y poder recibir las opiniones de otros usuarios de Falsaria.

Nicolás: Falsaria ofrece visibilidad, por un lado, y encontrar un ámbito que se relacione contigo. También pueden seguirte, como en twitter, y cada vez que se publique algo le llega al que te sigue. Es decir, es algo así como un gran taller literario virtual. A partir de ahí cada uno sigue el camino que quiera. Hay gente que ha publicado, otros simplemente comparten sus textos y los comentan con otros… Cada uno decide hasta dónde quiere llegar con Falsaria.


P: ¿Moderáis los comentarios?

Nicolás: Aún no tenemos una herramienta que nos lo permita y tampoco somos partidarios de hacerlo. Sí podemos eliminar comentarios que ya se hayan publicado, por ejemplo los comentarios maleducados de los que nos informan los eliminamos en seguida. Pero creo que el hecho de que el escritor pueda moderar los comentarios no nos convence porque siempre va a tender a haber comentarios positivos. Y es que, lo queramos o no, en el escritor el ego es quien gobierna. Pero, para ser sinceros, no hemos tenido que intervenir en casi ningún caso porque al final la comunidad se modera a sí misma. Sí que hemos tenido alguna pelea virtual… (risas) y hemos dado de baja a algún usuario por ese motivo pero lo habitual es que no haya problemas.

Paloma: De hecho, lo que piden muchos de los escritores es que les comenten todo lo posible sus textos porque quieren saber si el camino que están siguiendo es el adecuado. Si no quisieran recibir críticas les leerían sus escritos solo a sus madres y así no tendrían nunca críticas negativas. Uno tiene que ser consciente de que cuando publica un texto lo expone al público y, por tanto, a partir de entonces, ese texto está sujeto a la crítica.  


P: ¿Qué características diríais que tienen en común los usuarios de Falsaria?

Nicolás: Los usuarios son muy diversos. Hay gente mayor y también muy joven. Los que escriben poesía suelen hacer más piña, pero el resto son muy heterogéneos. Lo que suelen hacer es unirse en grupo con gustos comunes como literatura fantástica, poetas latinoamericanos, etc. También hay grupos de lectura donde los usuarios se proponen una lectura y luego lo comentan. Eso sí que hace que se generen grupos con inquietudes similares. 

Paloma: En algún caso lo que sí hemos tenido son apadrinamientos. Hará un año, por ejemplo, un hombre mexicano ya mayor se dedicaba a promocionar en los foros a una chica de unos 16 años.

Nicolás: En realidad, lo que tienen en común los usuarios de Falsaria es la necesidad de unirse, pero eso es algo que ocurre también en la vida, es decir, intentar buscar intereses comunes con otros y formar grupos en los que intercambiar pareceres, conocimientos…


P: Ahora habéis puesto en marcha un blog, en el que nosotros también participamos, ¿cuál es su objetivo?

Nicolás: El blog en realidad ya existía, pero estaba abandonado como una herramienta que estaba destinada únicamente a dar información sobre las aplicaciones de Falsaria. Sin embargo, hacía tiempo que queríamos buscarle otra utilidad al espacio del blog. Entonces se unió una persona a Falsaria y, como empezamos a tener más tiempo, decidimos que el blog debía ser algo más útil que poner información sobre las herramientas que ofrece la web. Lo que queríamos era hacer algo similar a un magazine. Por un lado, Falsaria es una red en la que hay escritores que escriben literatura novel, no convencional, libre, y por otro lado lo que queríamos era aportar información más real sobre el mundo editorial, con distintas tendencias a nivel informativo, desde cómo utilizar las líneas de diálogo hasta entrevistas a autores o editores. Estamos muy contentos porque desde que lo hemos puesto en marcha está despertando mucha curiosidad.

Paloma: Lo que teníamos claro era que queríamos que hubiese varios colaboradores. La idea surgió de un blog que tenía yo, y en el que solo escribía sobre un tema muy concreto. Nicolás siempre decía que estaba muy bien pero que cojeaba, que le faltaba algo. Por eso pensamos que lo más interesante era conseguir colaboradores que supieran de lo que hablaban, cada uno en su campo. Nosotros ya no podemos hacerlo todo y no tenemos por qué hacerlo todo. De este modo ofrecemos la posibilidad de que esos otros escritores y pensadores tengan cabida en Falsaria.

Nicolás: Además, lo que hemos visto por los correos que recibimos, es que hay mucha gente que está huérfana de conocimientos elementales para ponerse a escribir, incluso a veces ni siquiera conocen autores básicos de los géneros en los que ellos se mueven. O hay, por ejemplo, quien no sabe usar el Word para ciertas cosas elementales. Por eso la idea es abrir el blog al mundo editorial, por un lado, como hacéis vosotros en Libros, Instrucciones de Uso, y por otro, proporcionar a los usuarios información más práctica como, por ejemplo, instrucciones para escribir un buen cuento, listas de libros para leer…

Paloma: Otra cosa que ofrecemos a los colaboradores es esta visibilidad que ya tiene Falsaria. Hay gente muy válida que tiene ideas muy buenas y les falta esa visibilidad. Nosotros se la ofrecemos y además ellos nos enriquecen a nosotros con sus ideas.


P: Hemos visto que hacéis coediciones, ¿podríais contarnos algo más sobre ello?

Nicolás: Casi desde que comenzamos en serio con Falsaria empezaron a llegarnos manuscritos de gente que nos preguntaba que si nosotros teníamos la posibilidad de publicarlos.

Paloma: Claro, con el primer correo electrónico que te llega preguntándolo, tú dices: no, no, nosotros estamos a otra cosa; pero con el segundo ya dices: anda, qué coincidencia; y luego llegan el tercero, el cuarto… y ya empiezas a tomártelo en serio.

Nicolás: Entonces nos planteamos un modelo de negocio factible sabiendo que teníamos el capital y, además, como yo estudié diseño también podía contribuir a desarrollarlo. Por eso podíamos ofrecer los servicios editoriales para publicar un libro sin problemas. El problema era encontrar un servicio que le sirviese al otro. Lo que vimos era que hay una tendencia a que, o bien el negocio esté muy mercantilizado o que esos negocios funcionen como meros impresores. Por otro lado, mucha gente que nos decía que tenía mil libros en su casa apilados porque se los autopublicó y luego no consiguió venderlos. Entonces empezamos a pensar en complementar este negocio desde una perspectiva útil para el autor. Por eso, a lo que llegamos fue a un modelo en el que, por un precio fijo, que creemos que es bajo y que se recupera rápido, nosotros hacemos el trabajo de producción editorial, le damos un número reducido de libros al autor, entre 20 y 25, y lo que ofrecemos es publicarlos bajo demanda, es decir, se imprime el libro que se vende. El valor añadido de nuestro modelo es que aportamos además los elementos de difusión de la obra, ya que contamos con la infraestructura de nuestra red social, para que el libro tenga más recorrido una vez que se publica.

Paloma: Además, también hacemos una labor editorial completa, en el sentido de que si vemos, por ejemplo, que un libro de relatos tiene demasiados, le sugerimos al autor que lo reduzca porque después será más fácil venderlo y además su producción será más barata. Y, por otro lado, ofrecemos los servicios editoriales habituales, como la corrección o el diseño. Traducciones no hacemos, pero las encargamos.

Nicolás: Es decir, cubrimos esa necesidad para que el autor llegue a buen puerto. Pero eso sí, sabemos que la autopublicación tiene sus limitaciones. Por ejemplo, nuestros libros no están físicamente en ninguna librería. Están en todas librerías online de España y América Latina  pero esto le pasa a Falsaria y a todas las empresas que se dedican a la autopublicación, a no ser que publiques 3.000 ejemplares y llegues a acuerdos con una distribuidora. Por tanto, sabemos que eso es una limitación, pero teniéndola en cuenta, creemos aun así que es una buena propuesta si alguien opta por la autopublicación.

Paloma: Por otro lado, también pedimos a los autores que, una vez que publiquen el libro, sean activos en la promoción, es decir, que lo muevan, ya sea mediante reseñas, en las redes sociales… También lo movemos nosotros en Falsaria, pero lo que tenemos claro es que no queremos ofrecer proyectos que no sean realistas. Por ejemplo, si alguien nos pide 800 ejemplares, lo primero que le decimos es: si quieres, puedes tener esos 800 ejemplares, pero lo más probable es que se queden apilados en tu casa y no llegues a venderlos. Por tanto, mejor, ve poco a poco, intenta moverlo y, después, si necesitas los ejemplares, entonces te imprimimos los que necesites.

Nicolás: La otra ventaja que ofrece Falsaria es que nosotros no nos quedamos con los derechos de autor de las obras. Es decir, el libro es siempre del autor. No nos quedamos con porcentajes de la venta y si mañana ese autor quiere publicar con una editorial convencional, esa editorial no tiene nada que hablar con nosotros para publicar el libro. De hecho, ya nos ha pasado en varias ocasiones. 


P: Y a partir de esta experiencia, ¿no os ha picado el gusanillo de convertiros en editorial con todas las de la ley?

Nicolás: Lo estamos pensando, creemos que hay una carencia.

Paloma: Es el paso natural.

Nicolás: Yo creo que uno de los problemas es que está habiendo un boom editorial. Creo que es el momento de compartir estructuras. Unir canales de distribución, de venta, conocimientos, empleados, y que nos complementemos. Es decir, si avanzamos en ese sentido será intentando cerrar acuerdos con otras editoriales en los que cada uno aporte unos recursos determinados. Por ejemplo, nosotros tenemos muchos seguidores en las redes sociales, algo que puede ser muy interesante para la promoción, y a lo mejor la otra editorial tiene ciertos elementos de su infraestructura que a nosotros pudieran venirnos bien. Por eso, estamos incubando la idea pero, eso sí, con pocas expectativas, porque hay que ser realista y racional: uno no va a hacerse millonario vendiendo libros hoy día.


P: Vosotros obviamente sois parte interesada pero, ¿qué opináis de la autopublicación?

Nicolás: Creo que hay que matizar una cosa. Debemos diferenciar entre coedición y autopublicación. No me refiero a la calidad, que ese es otro tema, me refiero a que no es lo mismo el libro de un autor que ha escrito en su casa una obra y la cuelga en un archivo PDF o Word, que una obra que ha sido trabajada por una empresa y por profesionales. Esa es la diferencia. Yo creo que la coedición no es la meta de cualquier autor, es una especie de desviación perversa que ofrece ahora el mercado editorial, que está anquilosado y cerrado. Falsaria, y otras empresas que hacen coediciones, no creo que vengan a sustituir a las editoriales, pero es claro que hay un problema.

Paloma: Con la autopublicación puedes llegar tan lejos como tu calidad te lo permita. Si publicas algo que es una porquería, eso no te va a llevar a nada, te lo van a comprar tus amigos, y ahí se va a quedar el libro. Pero, ojo, que las editoriales tradicionales también publican mucha porquería. El problema es que ahora el papel del editor tradicional que lleva a cabo una búsqueda de autores y de obras se está perdiendo, especialmente en las grandes editoriales. Los éxitos ahora vienen de un chico o una chica que tenían un blog, que los empezó a leer mucha gente y la editorial x ha estado atenta y lo ficha. El otro día me enfadé mucho porque en la radio oía una noticia sobre una escritora norteamericana que ha escrito una novela sobre la vida universitaria en Texas que empezó a escribir en un blog e Iba publicando a medida que recibía los comentarios de sus seguidores, hasta que una gran editorial le compró los derechos. Ahora Planeta se ha fijado en ella y va a publicar su obra, es decir, que esa gente que ya ha sido descubierta por un público mayoritario en Internet luego pasa a las grandes editoriales, que no han tenido que hacer nada por descubrirlos porque ya eran un éxito por sí mismos.

Nicolás: Antes el sentido de la publicación iba del editor al autor y ahora es más bien al contrario, del escritor al editor. Es decir, antes el nodo de opinión era el editor y ahora eso parece que se ha invertido, y que es más el público que arrastra un determinado autor, que puede ser por ejemplo un presentador de televisión, lo que mueve al editor a publicar ese libro. Por eso decimos que hay editores que están dejando de hacer su trabajo. Y, por otro lado, hay que decir que lo bueno en autopublicación, al final, por la propia dinámica de cómo funciona el mundo virtual, termina destacándose. Con esto no queremos decir que el mundo de la editorial convencional haya muerto y que viva la autopublicación, sino que la edición debería abrir canales que ahora mismo no están abiertos para escritores muy válidos. El escritor malo no va a publicar, salvo excepciones, en ningún sitio, salvo que haga una autopublicación. Pero en las grandes editoriales el problema es que ya ni siquiera imponen modelos, sino que los compran, y quizá ese es el problema, que tienen que ir a buscar una obra de una autora norteamericana que escribe sobre las universidades tejanas y no se fijan en lo que tienen por aquí. 


P: ¿No creéis que hay un exceso de escritores hoy día, es decir, que hay poco pudor a la hora de definirse a uno mismo como escritor?

Nicolás: Es que la ignorancia es atrevida. Recibimos correos de gente que vive en otro mundo, que ya se autodenomina autor desde el principio y que quiere que publiques sus libros gratis porque consideran que han escrito un libro excelente.

Paloma: O te dicen: yo soy tu joven promesa (risas).

Nicolás: Es que escribir es la rama del arte más sencilla, y cada vez es más fácil el acceso a la publicación.


P: Si tuvieseis que nombrar a algunas editoriales que tengáis como referentes por su catálogo, por su manera de hacer promoción o por su forma de editar, es decir, por la factura final de sus libros, ¿a cuáles nombraríais?

Paloma: Entre las editoriales, mi favorita es Libros del silencio, que ya desapareció, y para mí era una editorial extraordinaria porque descubría a gente que a mí me rompió los esquemas. Había tanto autores foráneos como nacionales, y lo fundamental era que el nivel de sus obras era impresionante. Yo sabía que cualquier libro que comprase de esa editorial iba a ser bueno. Después el editor murió y eso se acabó. A mí, en general, la etiqueta de una editorial no me suele llamar mucho, y necesito siempre leer las dos primeras páginas de un libro para saber si me va a gustar o no, pero con Libros del silencio, no me hacía falta.

Nicolás: En cuanto al trabajo en redes, hay una editorial que ha nacido hace poco, Dos Bigotes, que creo que con un trabajo muy honesto y muy informativo se están moviendo muy bien; hay también algunas cosas de Gallo Nero que me parece que están muy bien. Las grandes editoriales son un desastre en ese sentido. Aunque, para ser justos, Random House también ha invertido ahora mucho en ese sentido y está haciendo una buena labor con una red de blogs en los que si tú publicas allí, ellos te dicen que pueden descubrirte. Quizá sea una mentira, pero es una buena apuesta de Random House, la editorial más grande del mundo, y es algo que nadie había hecho hasta ahora. Creo que ellos sí que lo hacen bien, pero el panorama en ese sentido es bastante pobre. Otra cosa que ha hecho bien, en este caso RBA, es segmentar su perfil, de modo que ha creado uno específico para novela negras, porque así puedes enfocar tu promoción directamente al público que quieres.

Paloma: Creo que muchas veces se debe a falta de recursos o incluso de conocimientos sobre cómo funcionan  las redes sociales y la mecánica de Internet, por eso la promoción digital de las editoriales es un desastre. Por eso tienen que pagar a alguien por estar ahí y no todas pueden permitírselo.

Nicolás: Pero además cuando uno contrata a un Community Manager, aunque este sepa cómo funciona Internet, tiene que tener unas directrices en las que le quede clara la estrategia de la editorial. Una opción, por ejemplo, es subir todas las reseñas de sus autores, que es lo fácil; otras pueden ser más activas, como sorteos, reuniones con escritores, lecturas colectivas… Las redes sociales son lugares de relevancia solo cuando tú propones cosas.


P: ¿Qué otros problemas veis en el mundo editorial?

Nicolás: Uno de ellos es, sin duda, el precio del libro. El mundo del libro en España, igual que muchos otros sectores empresariales, está anquilosado. Por ejemplo, no se entiende que un distribuidor gane más que la editorial o que las librerías no puedan fijar los precios. Y es que uno de los problemas principales es el precio, sobre todo en comparación con otros países. Esto es importante porque hay que pensar que el 70 % de la población española gana como mucho 1.200 euros al mes, de modo que si un libro cuesta 20 euros, te supone un porcentaje importante de tu salario y, por tanto, vas a sacrificar ese gasto para gastar ese dinero en otras cosas que consideras más útiles. El problema es que en España los costos de producción son muy elevados. Por ejemplo, si vas a Alemania o a Dinamarca, que tienen un nivel de vida y unos salarios bastante más elevados que aquí, ves que en las librerías más modernas del centro de las ciudades un libro no cuesta más de 20 euros, es decir, lo mismo que en España. Eso no puede ser, algo falla. El problema es que incluso gente como nosotros, que somos locos de los libros, cuando compras cuatro en un mes sientes que ya te has desbandado y por tanto piensas muy bien qué libro compras y no te arriesgas demasiado porque supone un gasto importante.


P: Por último, ¿cuáles son vuestros planes futuros?

Nicolás: A corto plazo nace la librería de compra online de Falsaria, para que cualquiera pueda vender su ebook. Funcionará en función de la relevancia del libro, de cuánto lo voten. Ese desarrollo está completo, llevamos siete meses en ello, y lo que nos queda aún, que será el paso siguiente, es ofrecer una herramienta para que cada uno pueda crearse su propio ebook. Pero además de eso tenemos muchas cosas en marcha. De momento queremos seguir creciendo y que Falsaria se establezca como la red de escritores en español más importante de Internet.



Falsaria
www.falsaria.com

3 comentarios:

  1. Excelente entrevista, felicitaciones!!

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  2. Felicitaciones a los que hacéis posible que sigamos disfrutando de los libros. Mientras haya literatura, nosotros ahí estaremos.

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  3. Me ha encantado la entrevista. Muy interesantes tanto las preguntas como las respuestas. Felicidades.

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