Arrebato libros es una librería que se encuentra en la calle de
la Palma 21, en el barrio de Malasaña de Madrid. Nos presentamos allí un poco
antes de que abran —no han sido días
tranquilos, si tenemos en cuenta el trasiego continuo de gente durante estos
últimos días buscando regalos a toda costa—, y nos recibe Pepe, que regenta la librería y con el que hablamos
acerca de las particularidades de una librería de lance, de cuáles han sido los
motivos para crear una editorial de poesía en la que se embarcaron hace ya
algunos años y de cómo se han vuelto tan locos como para organizar un festival
como «Poetas por Km2» (http://www.poeticofestival.es/2013/noticias/), que tan buena acogida ha tenido.
P: Centrándonos en la librería, ¿creéis que la crisis os ha afectado del mismo modo a las librerías de segunda mano que a las librerías convencionales?
R: Hay una diferencia básica entre ambos tipos de librerías. Las librerías de libro nuevo tienen márgenes diferentes a las de segunda mano. Además han surgido muchas librerías de segunda mano. Por ejemplo, en este barrio, cuando empezamos hacia 2004, éramos solo dos librerías de segunda mano, y ahora creo que puede haber unas seis en un área bastante próxima. A su vez en estos diez años han abierto además otras dos o tres que después han tenido que cerrar. Por tanto, analizando eso, nosotros nos mantenemos bien. Pero yo creo que es una suma, y que se debe sobre todo a que tenemos las ideas claras y le ponemos muchas ganas.
P: ¿Crees que el comprador de segunda mano se ha mantenido más fiel y que por tanto esas ventas no se han visto tan afectadas por la crisis?
R: El comprador de segunda mano es muy ecléctico. Porque por un lado está el top, que es el coleccionista, que busca cosas muy concretas, como ediciones, firmas… Luego, por otro lado está el cliente que busca libros más económicos, y en ese tipo de cliente ya hay un abanico muy amplio. Pero hay que tener en cuenta que el cliente de segunda mano es un lector de nivel medio-alto, culto o, más que culto, al que le gusta mucho leer y que sabe mucho. Ese es el típico comprador de segunda mano, que puede venir preguntando por un libro concreto, pero que también puede darse un paseo y finalmente llevarse tres o cuatro libros que no venía buscando.
P: En relación con esos libros que uno puede encontrar en una librería de segunda mano, ¿cuáles dirías que son los libros más interesantes o curiosos que habéis tenido en arrebato, ya sea por firmas, dedicatorias o alguna otra característica curiosa?
R: Para mí, el más interesante, que hemos tenido durante mucho tiempo y que no hemos llegado a vender es una primera edición de El marqués de Bradomín de Valle-Inclán firmada por él. Además nos entró un poco de rebote. Y otra historia muy curiosa que nos ocurrió fue con una primera edición de Platero y yo, que nos dejó una señora que entró por la puerta y me dijo, te dejo esta bolsa. Yo dejé la bolsa olvidada durante un tiempo, porque esos suelen ser libros que no valen nada y que los ponemos fuera de la tienda a un euro o algo así, pero un día sacamos esos libros y vimos que había una primera edición de Platero y yo, por lo que con eso comenzó la sorpresa. Entonces, en la primera página había una firma en la que podía leerse Águeda, pero se veía bastante mal porque estaba mal escrito, la caligrafía no era muy clara. La verdad es que intenté investigar un poco pero nunca encontramos mucho sobre eso y tampoco hice una investigación muy intensa, ese fue el error. El libro lo tuvimos a un precio medio-alto, me parece que unos tres mil quinientos euros o algo así, y estuvo durante tres o cuatro años a la venta. Además no estaba aquí en la tienda, lo tenía yo en casa, porque era un libro que me gustaba tener. Al final el año pasado nos lo compró una librería de Nueva York. Y justo el día siguiente de venderlo entró en la librería una edición posterior de Platero y al abrirlo, vimos que en la primera página estaba impresa la dedicatoria «a la memoria de Aguedilla, la pobre loca de la calle del Sol que me mandaba moras y claveles». Entonces me di cuenta de que el ejemplar que nosotros habíamos tenido era el de la primera edición dedicado por Juan Ramón Jiménez a Águeda. Claro, ese ejemplar no tenía precio, era un ejemplar más propio de la Biblioteca Nacional.
P: Centrándonos ahora en el festival Poetas por Km2, ¿cómo surgió la idea y cómo se ha desarrollado el festival a lo largo de los años?
R: La idea surge con la ilusión y las ganas de montar un festival, porque siempre nos ha gustado mostrar cosas muy eclécticas, las que vas conociendo y te gustan. Queríamos darle un carácter festivo a la palabra y alejar ese concepto del poeta aburrido, de salir a leer y ya está, que puede resultar un coñazo, por lo que dijimos, vamos a romper ese molde, y mezclarlo un poco con otras propuestas, con las ediciones… Ese era el camino. ¿Ha sido difícil? Sí, y cada año pensamos que sería mejor dejarlo, porque es mucho jaleo, muchos problemas, y mucha inversión de todo tipo, sobre todo personal, pero ha evolucionado muy bien. La última edición, la novena, fue en el Conde Duque y ha sido la mejor de todas, sin ninguna duda, tuvimos una asistencia de tres mil personas, y haber logrado eso ya es mucho. La semana pasada creo que la web notodo lo nombró quinto mejor evento del 2013. Para nosotros conseguir ese reconocimiento es lo que compensa los esfuerzos previos. La idea es seguir, mínimo un año más e ir viendo cómo va evolucionando.
P: Os conocemos por vuestros libros de poesía, pero ¿tenéis pensado publicar otro tipo de géneros?
R: Actualmente editamos sobre todo poesía que tenga una parte oral. Nos hemos centrado básicamente en eso, Este año hemos arrancado con una colección que se llama ¡arre!, que está coordinada por Martín López-Vega, y son trescientos ejemplares numerados. Es la primera vez que dedicamos una edición a poesía que no tiene una parte oral. Hemos empezado con Charles Simic que es un premio Pullitzer, que es bastante conocido, y Teresa Soto, que es asturiana y ha ganado el Adonais. La idea es que salgan dos libros a la vez, uno de un poeta español o española y otro extranjero. Tratamos de cuidar mucho las ediciones. Los libros se dan con una cajita, es decir, se trata de algo muy objetual, de coleccionista. El resto de lo que editamos es poesía de escena. Este año ha sido bastante prolífico. Han salido el libro de Javier Gallego Crudo, el de María Eloy-García, el de Ajo, y ahora el de Peru Saizprez, y para el año que viene tenemos ya preparados tres títulos más, enfocados en esa misma línea.
P: De los títulos que habéis publicado hasta ahora, ¿cuáles son los que mejor han funcionado?
R: Pues el primero, Corazón con pelos, de Peru Saizprez fue una apuesta muy grande del que editamos mil ejemplares, y en un plazo de dos años se vendieron los mil. Después, por supuesto, Ajo y sus Micropoemas. De cada ejemplar se han vendido entre cinco mil y seis mil, y ese es sin duda alguna el que mejor funciona, pero no solo a nivel de nuestra editorial, sino a nivel nacional. Creo que pocos libros han conseguido vender tanto y eso lo consigue Ajo llegando a personas que no son lectores habituales de poesía, que fue un objetivo que nosotros nos planteamos desde un inicio, crear nuevos lectores de poesía llegando a ellos a través de una vertiente lúdica.
P: ¿Os habéis planteado la posibilidad de comercializar libros digitales con los contenidos que publica la editorial?
R: Nos lo hemos planteado alguna vez. De hecho, nos hemos planteado el crear un formato digital que se aleje del libro digital. A mí personalmente el libro digital todavía no me atrae lo suficiente como para invertir la energía que requiere. Sí me atraería algo que fuese más interactivo, pero ahora mismo carecemos de tiempo para ello. Lo que sí hemos hecho es poner la voz de los poetas recitando sus propios poemas en la web. Esos archivos pueden descargárselos cualquiera de forma gratuita. También hemos intentado diseñar un par de apps, que no han resultado lo que queríamos que fueran y al final las hemos dado por fallidas.
P: ¿Qué papel creéis que juega internet de cara a la promoción de vuestros libros?
R: Es vital. Por ejemplo, Ajo me dijo que había arrancado la promoción de su último libro con varios vídeos de artistas hablando de su último libro. Ese tipo de viralidades, de pequeños vídeos, son vitales a la hora de promocionar los libros. El tema de las redes sociales y de la interacción con el público hace que sea todo mucho más directo. Para nosotros, desde luego, es vital.
P: ¿Qué os ha llevado a publicar vuestros libros bajo licencia Creative Commons?
R: Pues el hecho de decir que a nosotros en realidad no nos importa que si quieres puedas fotocopiar el libro. En realidad aplicamos un Creative Commons muy estricto. No permitimos que con la fotocopia se pueda ganar dinero, ni que puedan manipularse las obras. Creo que esa es la opción más drástica de Creative Commons, pero sí que permitimos una difusión libre a través de las fotocopias.
P: Con respecto al mundo editorial en España, ¿cómo veis el mundo editorial actualmente y hacia dónde creéis que se encamina con la reciente irrupción del mundo digital en la producción de libros?
R: Creo que sí que está cambiando. Hay mucha gente probando cosas, lo que hace que sea un momento muy atractivo, innovador y que se tienda a buscar cosas diferentes. Con respecto a las editoriales pequeñas, sé que están creciendo mucho, creo que hay un cambio importante en los canales de distribución. No creo que sea tanto un cambio en la forma de edición, porque los libros se seguirán haciendo. Es posible que sí desparezcan algunos tipos de libros. Ojalá desapareciese por ejemplo el libro de texto y que fuese todo digital, porque eso me parece un robo, pero con respecto a los libros convencionales de lectura, algunos de ellos serán imposibles de pasar a formato digital, por la propia factura del libro, pero hay otro tipo de libros digitales que pueden convivir con el papel. Los pequeños editores ahora mismo están en un momento de auge increíble, y casi no sé si eso es positivo o negativo, pero hay mucha gente que se autoedita los libros, como hay músicos que se autoeditan los discos, y no son precisamente músicos malos. A mí me gustaría que hubiese un canal de autodistribución y autoedición. Soy muy defensor de esas iniciativas.
P: Volviendo a las librerías, ¿qué estrategia creéis que deben adoptar las librerías pequeñas para sobrevivir frente a las grandes cadenas y a la aparición en España de Amazon?
R: Desmarcarse, fundamentalmente. Hacer un dribling y que te pasen la pelota antes que a ellos. No hay más. Y currar mucho, echarle muchas ganas y tratar de especializarse de mil maneras. Luego cada uno debe hacerlo adaptándose a lo que se le dé bien o le motive. La base está en tener una motivación muy clara. Por ejemplo, el otro día vinieron unas chicas que habían abierto una nueva librería de teatro en Madrid, que es una forma de desmarcarse y donde el principal impulso está en la motivación.
P: Por último, ¿qué planes de futuro tenéis para arrebato?
R: Para el 2014 lo que nos planteamos es llevar a cabo una gran celebración del décimo aniversario de arrebato en todos los sentidos. Tenemos el festival, la editorial, la librería y, esos tres pilares, junto con las redes sociales, no nos permiten abrir nuevos canales porque sería meternos en demasiados jaleos. Pero lo fundamental será intentar seguir creciendo, apoyar a nuevos autores y publicar nuevos libros. Intentar cada día aprender un poco más y seguir en esa línea.
Arrebato libros
http://www.arrebatolibros.com
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